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Foto: Universidad de Cartagena |
Del 5 al 9 de mayo, el Doctor Ángel Díaz Barriga, investigador emérito del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, impartió el curso doctoral “Fundamentos y teorías curriculares” y la conferencia "Evaluación formativa en el trabajo docente" como parte de su agenda con estudiantes del Doctorado en Ciencias de la Educación Rudecolombia en la Universidad de Cartagena. En el marco de su visita conversamos con él:
¿De qué manera la comprensión de las distintas teorías y enfoques curriculares, puede potenciar la formación de investigadores críticos y creativos en el campo de las ciencias de la educación, y cómo este conocimiento influye en el desarrollo del currículo de los estudiantes del doctorado?
El campo del currículo, en los últimos 30 años, se ha desarrollado a partir de una serie de corrientes o escuelas de pensamiento. Es importante que los estudiantes vayan acercándose a cómo se fueron conformando, qué categorías emplean, cómo replantean el objeto de estudio curricular cada una de estas escuelas o corrientes de pensamiento. Esto ayudará a que su trabajo de investigación doctoral, se centre, se fortalezca en alguna de estas escuelas, o que tome elementos de varios, pero con claridad. No puede haber creatividad donde no hay rigor conceptual previo. Lo que yo busco es que los estudiantes vayan armando una estructura de investigación vinculada a lo educativo, en este caso a la perspectiva curricular, pero también a la perspectiva didáctica con solidez y con desarrollo académico que les permita hacer un trabajo original.
¿Cómo considera que el estudio de la evolución del campo del currículo en contextos latinoamericanos puede aportar a los futuros docentes e investigadores al diseñar y transformar currículos que respondan a las demandas sociales y educativas actuales a nivel local, nacional e internacional?
En América Latina estamos en una situación muy privilegiada, los proyectos educativos han volteado a ver a aquellos grupos sociales que no han sido visibilizados históricamente. Los que podríamos decir los olvidados, los marginados, en este caso los grupos originarios, sea de corte indígena o en el caso colombiano, los grupos afrodescendientes que existen y más en esta región del Caribe, y que de alguna manera no fueron objeto de trabajo en las visiones curriculares. Hoy en los campos del currículum hablan de interculturalidad, de cómo abordar la diversidad, en el caso colombiano hablan bastante de etnoeducación.
Todo este conjunto de visiones necesitamos potenciarlas, necesitamos que desde América Latina se ofrezca una alternativa en particular a la realidad de nuestros países. No podemos seguir con los modelos que nos plantean directamente los organismos internacionales, más allá de la solidez y del rigor que tengan sus investigaciones, porque no son investigaciones realizadas en el marco de nuestro contexto, que respondan a los problemas que tenemos en nuestras situaciones concretas. América Latina en este momento tiene la posibilidad de avanzar hacia la construcción de proyectos curriculares que, de alguna manera, en su diversidad, retomen las características de cada una de las necesidades de nuestros países, de nuestras naciones.
Como docente invitado de nuestro Doctorado en Ciencias de la Educación en la Universidad de Cartagena, desde el año 2009, podría decirnos ¿De qué manera la formación doctoral en esta institución, especialmente a través de cursos como "Fundamentos y teorías curriculares", contribuye a fortalecer la investigación y la innovación en el campo del currículo en Colombia y en la región?
Ángel Díaz Barriga.
El curso tiene dos ejes de trabajo. Uno, que, al llamarse currículo, tiene que ver con esas escuelas de pensamiento y autores que de alguna manera están marcando época y posibilidades conceptuales en el trabajo que hacen los estudiantes. Y la otra perspectiva es la investigación curricular, y voy a añadir la investigación didáctica, se realiza con formas, con estructuras metodológicas específicas. Lo que hemos intentado en el curso es colaborar con los estudiantes para que vayan asumiendo que cada forma de trabajo implica una manera de realizarlo, una estrategia metodológica específica. Y que esto lleva a un compromiso ético-político del cual no podemos deshacernos en América Latina, porque no es solamente un problema técnico, es un problema de pensar qué tipo de ciudadano queremos formar y con qué estrategias queremos formar a este ciudadano. Estamos buscando que los estudiantes realicen una investigación doctoral sobre algún problema que esté pasando en el contexto de la región del Caribe, que sea significativo y que sea relevante para su tarea.