Foto: Universidad de Cartagena

“Tener un corazón Udeceísta es amar a nuestra institución, ser apasionado con nuestro trabajo y contribuir al logro de los proyectos colectivos” Dra. Zuleima Cogollo Milanés

La serie Somos Uno nos invita a mirar más allá de los cargos y los títulos, para encontrarnos con las historias humanas que hay detrás de cada decano y decana. Abre un espacio para reconocer a quienes, desde la decanatura de cada facultad, lideran con visión, compromiso y amor profundo por la institución. En esta ocasión, nos acercamos a la historia y a la voz de la doctora Zuleima Cogollo Milanés, decana de la Facultad de Enfermería, una mujer que ha hecho de su vida un testimonio de identidad Udeceísta y de servicio a la comunidad.

Para la doctora Cogollo, la Universidad de Cartagena ha sido, desde su fundación, motor de educación y desarrollo social en el Caribe colombiano. Su crecimiento no solo ha estado ligado a las necesidades locales, sino también a las tendencias nacionales e internacionales.

En esa evolución, la Facultad de Enfermería ha tenido un rol fundamental: nació en 1903 y se consolidó institucionalmente en 1919 como parte de la Facultad de Ciencias Naturales y Medicina. Desde entonces, ha sido pionera en la formación, investigación y proyección social de la profesión, aportando al país las primeras especializaciones en Enfermería del Caribe colombiano y apoyando la creación de otras facultades en la región.

Pioneros en acreditación y proyección internacional

El liderazgo académico de la facultad también se refleja en su proceso de acreditación nacional e internacional. Fue la primera en dar este paso en la Universidad de Cartagena, inspirando a otros programas a seguir el camino de la calidad y la excelencia.

Con orgullo, la decana recuerda que también fueron los primeros en alcanzar la doble titulación internacional con España, un logro que posicionó a la facultad y a sus egresados en un escenario global. “Nuestros profesionales son de alta calidad investigativa y humanística, y por eso son apetecidos en el ejercicio nacional e internacional”, resalta.

El corazón Udeceísta: pasión y trabajo en equipo

Si algo define a la doctora Zuleima Cogollo es la pasión con la que vive su vínculo con la institución.
“Tener un corazón Udeceísta es amar a nuestra universidad, ser apasionado con el trabajo y contribuir con los equipos a alcanzar las metas colectivas”.

Para ella, el trabajo en equipo es esencial: una institución de la magnitud de la Universidad no puede avanzar sin el aporte de cada persona. “Ese granito de arena de cada quien es lo que permite el gran logro, la excelencia y el posicionamiento”, afirma.

Valores y tradiciones de la Facultad de Enfermería

La identidad de la facultad se sostiene sobre valores como el respeto, la empatía, la humanización y la defensa de la dignidad del ser humano. Estos principios, señala la decana, están en el ADN de cada enfermero y enfermera: “El cuidado es nuestro fundamento. Para cuidar debemos ser empáticos, cálidos y humanos”.

Las costumbres también han tejido la cultura de la facultad. Entre ellas, la rigurosidad académica: cada inicio de semestre los docentes entregan proyectos, reglamentos y cronogramas, una práctica que garantiza la organización y la transparencia en el proceso formativo.

En cuanto a usos simbólicos, aunque el uso de la Toca ha disminuido con los años por razones de bioseguridad, para la doctora Cogollo portar el uniforme sigue siendo motivo de orgullo: “Colocarse la toca, los símbolos, la lámpara, eso para nosotros es importante porque representa disciplina, cuidado y nuestra impronta profesional”.

La tradición de la ceremonia de imposición de símbolos se mantiene viva como un rito de identidad para cada cohorte, recordando los orígenes de la profesión en figuras como Florence Nightingale.

“En este punto, es imposible no mencionar a Florence Nightingale, considerada la madre de la enfermería moderna. Durante la Guerra de Crimea (1853-1856), Nightingale se ganó el apodo de “la dama de la lámpara” porque recorría los campamentos en la oscuridad, atendiendo a los soldados heridos con una lámpara en la mano. Su legado transformó la enfermería en una profesión con fundamentos científicos, disciplina y una fuerte vocación de cuidado humanitario” afirmó la Decana.

Hoy, esa lámpara sigue siendo un signo universal de la enfermería, presente en ceremonias y recordada también en la Facultad de Enfermería de la Universidad como parte de su identidad y tradición.

Rescate de la memoria institucional

Consciente de la importancia de la historia, la Facultad de Enfermería ha sido pionera en rescatar y preservar la memoria institucional. Desde el “Rincón del Recuerdo”, actual recorrido histórico que hoy se exhibe en el segundo piso de la facultad, las fotografías y documentos cuentan la historia de quienes sembraron las primeras semillas de la profesión en Colombia.

Personajes como el doctor Rafael Calvo, la enfermera Solei Restrepo de Mora, la doctora Didia Quintero, primera Decana cuando se nació como facultad en 1974, la doctora Vilma Vergara que en su decanatura se obtuvo la primera acreditación nacional, la doctora Edna Gómez y la doctora Nuri Torres, entre otros, siguen siendo referentes que marcaron hitos fundamentales.

Innovación y legado

Uno de los principales legados que la decana Cogollo quiere dejar es la consolidación del laboratorio de simulación como estrategia pedagógica de vanguardia para la formación en salud. Este proyecto, respaldado por nuestro rector Willian Malkun y la Vicerrectoría Administrativa, permitirá que los estudiantes fortalezcan sus competencias en escenarios de práctica cada vez más realistas.

“Estamos dejando una facultad acreditada por ocho años, con la mirada puesta en la segunda re acreditación internacional y en una ruta moderna, a la altura de los tiempos presentes”, asegura.

Una vida dedicada a la Universidad de Cartagena

Más allá de los títulos y reconocimientos, la doctora Zuleima Cogollo Milanés es, ante todo, una hija de la Universidad de Cartagena. Sus memorias de infancia recorriendo el campus de San Agustín, su trayectoria como estudiante, egresada, profesora y hoy decana, son testimonio de un lazo indisoluble con la institución.

“Mi corazón es súper Udeceísta. Amo esta universidad y no tengo restricciones para darle mi tiempo y mi esfuerzo, incluso en domingos o vacaciones. Todo lo que soy, se lo debo a ella”.
En esta entrega de “Somos Uno”, descubrimos que el corazón de la Facultad de Enfermería late con fuerza gracias al liderazgo apasionado de talento humano, quienes representan no solo la historia de una facultad pionera, sino también el espíritu de servicio y excelencia que caracteriza a nuestra Alma Mater.