“Abro las puertas del know-how de mi grupo de investigación para que el conocimiento circule y pueda explotarse de forma directa.”
Rosemary Pérez Lineros: ¿Cuál ha sido el mayor desafío que ha enfrentado en su carrera como investigador y cómo lo superó?
Rodrigo Ortega Toro: El mayor desafío que he enfrentado como investigador es resolver cómo seguir haciendo investigación de punta en la Universidad de Cartagena con el limitante de recursos e infraestructura que tenemos disponibles. Es evidente que los investigadores en las universidades públicas colombianas y en general en Latinoamérica nos vemos limitados por baja disponibilidad de recursos que muchas veces está focalizada en algunos grupos que se ven favorecidos. Sin embargo, se viene haciendo un trabajo muy juicioso y disciplinado para avanzar en la consecución de recursos mediante financiamiento interno de la Vicerrectoría de Investigación, de Minciencias y el Sistema General de Regalías y algunas convocatorias internacionales.
Como investigador reconocido, he establecido relaciones con pares de otros grupos de investigación de la Universidad de Cartagena, de otras universidades colombianas y también extranjeras con los que tengo numerosas colaboraciones y me permite avanzar en mi trabajo de investigación sin mayores dificultades, contando con la experiencia de cada grupo y con su tecnología. Además, esto abre también las puertas a los egresados de mi grupo de investigación para conseguir becas para posgrados en universidades aliadas que buscan este tipo de perfiles.
Rosemary Pérez Lineros: En su artículo “Desarrollo de películas a base de quitosano, gelatina y colágeno extraídos de escamas de bocachico” escrito en coautoría con los investigadores María A. Moreno Ricardo, Paula Gómez Contreras, Ángel Darío González Delgado, y Joaquín Hernández Fernández. Publicado en el volumen 10 de febrero de 2024 de la revista Heliyon, se aborda el uso de estos polímeros biodegradables como una alternativa al uso de polímeros sintéticos.
¿Cuál es la problemática que lleva a realizar este tipo de investigaciones y qué se pretende
lograr con ello? Consulte este artículo aquí...
Rodrigo Ortega Toro: Este es uno de los trabajos que hemos publicado en área del aprovechamiento de residuos agroindustriales para el desarrollo de materiales biodegradables. Hay diversas problemáticas que motivan el desarrollo de este tipo de materiales, una de ellas es la problemática medioambiental mundial.
Los plásticos convencionales como el Polietileno y Polipropileno tardan décadas o siglos en degradarse, se acumulan en diferentes depósitos del suelo y del agua causando innumerables daños a diversos ecosistemas, se forman islas de basura de cientos de kilómetros de extensión en diversos focos marinos causando la perdida de vida de millones de animales y plantas. Y como si fuera poco van disminuyendo su tamaño hasta convertirse en micro plásticos y éstos son omnipresentes, están en casi cualquier planta o ser vivo del planeta, incluso en la comida, órganos y fluidos de los seres humanos.
Lo que pretendo lograr con este tipo de investigaciones es contribuir, al menos un poco, con una posible solución a este problema. Hemos desarrollado materiales biodegradables con residuos de bocachico, con residuos de tilapia, residuos de ñame, de yuca, de maíz, cascarillas de café, de arroz, algas, e incluso estamos desarrollando unos materiales actualmente con larvas de insectos. Todo el conocimiento se comparte mediante publicaciones, muchas de ellas de acceso abierto, para que todo el público interesado, tanto en Colombia como en el exterior, pueda acceder a estos desarrollos y mejorarlos y por qué no, explotarlos a nivel comercial.
Rosemary Pérez Lineros: ¿Por qué trabajar con las escamas del Bocachico y no otro pez?
Rodrigo Ortega Toro: Precisamente elegimos el bocachico por ser representante de la costa. En los proyectos de los últimos años hemos demostrado que se pueden obtener un sinnúmero de formulaciones para bioplásticos usando las materias primas regionales. Así como se pueden usar materias primas de la región ricas en proteínas de fuente animal como el bocachico, de insectos de fuente vegetal como las proteínas de trigo, maíz o polisacáridos como almidón de ñame, de yuca, quitosano de crustáceos o gomas provenientes de algas marinas.
Rosemary Pérez Lineros: ¿Cómo podrían contribuir los resultados de esta investigación a la reducción de la contaminación ambiental especialmente en nuestra ciudad?
Rodrigo Ortega Toro: Los resultados de esta investigación y otras de mi grupo y de otros grupos homólogos, pueden contribuir a la reducción de la contaminación ambiental de nuestra ciudad en la medida que se despierta la conciencia medioambiental y las personas son más sensatas en el uso correcto de los materiales y su disposición final, y, obviamente, habría un impacto mucho más grande cuando los resultados de este tipo de investigaciones lleguen a manos de emprendedores y empresarios que puedan darle una explotación industrial. Por mi parte, abro las puertas del know-how de mi grupo de investigación para que el conocimiento circule y pueda explotarse de forma directa.
Publicaciones, reconocimientos y experiencia:
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