Foto: Universidad de Cartagena

"Tener corazón Udeceista es vivir la universidad con pasión, compromiso y sentido de pertenencia".

En esta edición de Somos Uno, nos adentramos en la vida de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la mano de la docente María del Rosario Osorio Fortich, decana de la Facultad. Su voz serena transmite la convicción de quien ha vivido la institución desde sus entrañas. Habla con ternura, pero también con firmeza. Para ella, tener corazón Udeceísta es vivir la Universidad de Cartagena con entrega, orgullo y profundo sentido de pertenencia.

Desde el primer momento, la decana nos invita a mirar la facultad como un espacio que respira historia. “Estamos próximos a cumplir 85 años”, dice con orgullo. Y no es para menos: esta facultad, que nació como una escuela adscrita a Medicina, ha sido semilla de programas como Química y Química Farmacéutica. Este último, con una proyección internacional, ha llevado el nombre de la Universidad de Cartagena a escenarios globales.

“Nuestros egresados no necesitan materias ni exámenes adicionales en el extranjero. Eso habla de la calidad y pertinencia de nuestra formación”, afirma con una sonrisa que revela satisfacción.

Impacto regional y compromiso social

Con entusiasmo y orgullo, la decana destaca que la facultad no solo forma profesionales de alto nivel, sino que también presta servicios vitales a la ciudad y la región a través de sus laboratorios de análisis de medicamentos y ambiental. Su trabajo ha sido clave en temas de salud pública, medio ambiente y calidad farmacéutica.

Para ella, las acreditaciones nacionales e internacionales, la productividad investigativa y el desempeño de docentes y estudiantes son fuente de orgullo institucional; destaca, el impacto emocional de ver a los egresados realizados y agradecidos con su formación. “Ver cómo esta profesión y esta universidad transforman vidas no tiene precio. Es una sensación indescriptible”.

Más allá de los logros académicos, lo que realmente emociona a la decana es el legado científico e investigativo que ha moldeado la identidad de la facultad. Nombres como el del Dr. Ricardo Gaitán, primer doctor de la Universidad, y la acreditación internacional por la agencia ABET, son hitos que han dejado huella.

“Nuestro sello es científico, investigativo y de calidad”, repite como un mantra que guía su gestión”.

“Somos referente en la zona industrial de Mamonal, en clínicas, hospitales, IPS. Nuestros egresados están transformando la atención en salud.”

Y es ahí donde su voz se vuelve más íntima: “Ver cómo esta profesión y esta universidad transforman vidas no tiene precio. Es una satisfacción que no se puede medir, pero se siente.”

Corazón Udeceísta: vivir, sentir, transformar

Para la decana, tener corazón Udeceísta es convertir la facultad en un lugar seguro, cálido y transformador para los estudiantes. “Aquí se sienten en casa. Aquí son felices. Eso es tener corazón Udeceísta.” Afirma.

Desde el primer día, se fomenta el orgullo de pertenecer a la Universidad de Cartagena. A través de actividades académicas, culturales y ciudadanas, se cultiva un espíritu de excelencia y humanidad. “Aquí no solo se forman químicos farmacéuticos. Aquí se forman mejores personas.” Sostiene con vehemencia.

La Facultad de Ciencias Farmacéuticas es reflejo vivo de la identidad Udeceísta: una comunidad que honra su historia, transforma su presente y proyecta su futuro con ética, ciencia y sensibilidad social.

Valores que forman profesionales íntegros

“La exigencia y la calidad son sellos indelebles de nuestros docentes. Aquí se aprende con rigor, pero también con pasión".

La decana destaca que la exigencia académica no es solo una característica, sino una tradición profundamente arraigada. El trabajo en laboratorio, la organización, la mística en cada práctica y el amor por la investigación son hábitos que moldean el carácter de los estudiantes y fortalecen la identidad institucional.

“¡Nuestros estudiantes no quieren perderse una práctica! El laboratorio es un espacio sagrado donde la teoría cobra vida.”

Las ferias académicas al final de cada semestre son vitrinas de creatividad y excelencia. Desde fórmulas cosméticas hasta emprendimientos farmacéuticos, los estudiantes muestran con orgullo lo que han construido en el aula.

Cultura, deporte y comunidad

Y, como si la ciencia no bastara, la facultad también cultiva el arte, el deporte y la comunidad. La Semana del Químico Farmacéutico es una fiesta de identidad donde se mezclan bailes, teatro, poesía y deporte: “Aquí no solo se viene a estudiar. Aquí se viene a crecer, a compartir, a ser mejor persona.”

Cada año, la Jornada de Ciencia, Tecnología e Innovación rinde homenaje a quienes han dejado huella. Este año, el reconocimiento es para el Dr. Prisciliano Martínez Jaramillo, ícono institucional que representa los valores de la facultad. “Resaltarlos es honrar nuestra historia y proyectar nuestro futuro”, dice la decana con reverencia.

Los equipos deportivos, tanto femeninos como masculinos, son ejemplo de disciplina y compañerismo. La facultad fomenta el bienestar integral, convencida de que el profesional Udeceísta debe tener ética, compromiso social y sensibilidad humana.

La Tienda de Beto: un experimento de honestidad

Uno de los símbolos más singulares de la facultad es la Tienda de Beto, un experimento social liderado por un grupo de investigación. Esta tienda funciona sin vigilancia: los estudiantes toman productos y depositan el dinero en una caja abierta. Si necesitan cambio, lo toman por su cuenta: “La Tienda de Beto es un sensor ético. Cuando está en rojo, todos sentimos que algo está mal. Y todos aportamos para recuperarla.”

Este espacio ha generado gestos conmovedores: estudiantes que dejan notas explicando que tomaron prestado para el bus y luego devuelven el dinero. Docentes y estudiantes donan productos cuando las cifras bajan. Es una expresión viva de confianza, comunidad y responsabilidad.

“Aquí, si se pierde algo, todos saben que lo encontrarán en la secretaría. Porque esta facultad es más que aulas: es hogar".

Legado para el futuro

La decana tiene claro el legado que desea dejar: una comunidad comprometida con la calidad, la ética y el servicio social. Desde la farmacia comunitaria hasta los laboratorios, el objetivo es formar profesionales que transforman vidas.

“Queremos dejar un legado de amor por la profesión, de compromiso con los más necesitados, de responsabilidad social. Ese es el corazón Udeceísta que late en nuestra facultad.”