Foto: División de Comunicaciones

La universidad emprendió un proyecto de 15 estudios de impacto institucional con el objetivo de fortalecer su toma de decisiones y evaluar el efecto de sus políticas en la comunidad académica y su entorno. Aparte de ello, con este esfuerzo se responde a requerimientos del Ministerio de Educación Nacional y se busca cumplir con los estándares del Acuerdo 02 de 2020 para procesos de acreditación de alta calidad.

Los estudios han facilitado a la institución analizar cómo sus estrategias de autoevaluación y gestión de calidad impactan la calidad académica, los procesos institucionales y otros aspectos clave. Entre los hallazgos destaca un impacto positivo en la calidad académica gracias a la implementación de estrategias de autoevaluación y en la mejora de procesos administrativos, reduciendo tiempos y aumentando la satisfacción de los involucrados.

Indudablemente, también surgieron áreas de mejora identificadas como aspectos con resultados mixtos. Esto, ha llevado a delinear nuevas estrategias de acción para fomentar el diálogo y la colaboración dentro de la comunidad universitaria. “Detectamos la necesidad de mejorar la toma de decisiones institucionales a razón de qué hacemos, cómo lo estamos haciendo, pero también cómo estamos impactando de manera positiva nuestros alrededores, nuestro entorno” señaló puntualmente el Vicerrector Juan Carlos Vergara Schmalbach en entrevista con Alexandra Prada.

En una etapa previa, los líderes de proceso, junto con estudiantes en práctica y otros actores institucionales, recibieron capacitaciones y herramientas específicas para realizar estos estudios de manera eficiente, utilizando metodologías mixtas con técnicas cualitativas y cuantitativas.

También en este proceso en segundo semestre de 2023, se presentaron los resultados de uno de los estudios de impacto centrado en evaluar el impacto del modelo pedagógico en la formación integral y el desarrollo del pensamiento crítico en sus estudiantes, cuyo análisis fue liderado por Amparo Montalvo Prieto, Coordinadora Académica General, en colaboración con la Vicerrectoría de Docencia y la Vicerrectoría de Bienestar Universitario.

“El objetivo principal fue analizar cómo el modelo pedagógico contribuye a la formación integral de los estudiantes y a su capacidad de pensamiento crítico”, explicó Montalvo durante la presentación del informe final. El estudio incluyó el análisis de documentos institucionales, encuestas a docentes y estudiantes y los resultados de las pruebas Saber Pro.

Este esfuerzo evidencia el compromiso de la institución con la mejora continua y la transparencia, reafirmando su misión de ofrecer educación de calidad mientras contribuye al desarrollo de su comunidad, apuntando siempre a los estándares humanísticos más altos.